¿Por qué es importante que los niños desarrollen habilidades del pensamiento crítico, creativo y cui
- cosasdn
- 12 sept 2018
- 2 Min. de lectura
Es una realidad que los niños se enfrentan a un mundo cada vez más complejo y complicado, tanto social como políticamente, por lo que es urgente y necesario que, como adultos responsables de su formación, les dotemos de las herramientas necesarias para enfrentar dicho escenario y sobreponerse a sus adversidades. No basta con enseñarles lo que es el mundo, ni decirles cómo funcionan las cosas, hay que darles la oportunidad de comprenderlo, de cuestionarlo, de aprehenderlo, de apropiarse de él y de imaginar nuevas formas de ordenarlo y definirlo, si es que queremos sembrar en ellos la posibilidad de transformarlo para tener un mejor mundo, más justo, más democrático y más feliz para todos.
Cada vez son más las situaciones de odio, violencia, agresión, intolerancia, falta de amor y de respeto, a lo largo y ancho del globo terráqueo, que no es difícil imaginar dónde vamos a terminar, como especie humana, de continuar por ese camino.
Estamos convencidos de que es necesario educar a los niños en el pensamiento crítico, creativo y cuidadoso, ya que esto les permitirá acercarse a ese ideal de tener un mejor mundo, pues al desarrollar estas habilidades los estaremos formando como personas capaces de pensar por sí mismas, de tener un nivel de consciencia que les permita ver al otro como su semejante y ser autónomos, con la capacidad para autogestionar y autoregular sus decisiones, para discernir lo bueno de lo malo, para analizar los juicios, las ideas y valorar su legitimidad; para aprender de otros, para ver el mundo a través de los ojos del otro, para tener una propia postura respecto a lo que sucede a su alrededor, para no creer todo lo que les dicen, ven o escuchan, para darse tiempo y reivindicar el silencio y la pausa, como únicas posibilidades de reencontrarse consigo mismo; para tomar decisiones basadas en la razón y no en el impulso, para imaginar las múltiples opciones que existen en torno a la solución de un problema, para defenderse ante los embates de la publicidad, la mercadotecnia, las falsas noticias, las falsas promesas, los falaces discursos y todo la información que encuentran en internet y las redes sociales, para defender su identidad, su integridad y su palabra, para no vivir con culpas ni resentimientos, para no dejarse engañar; para no ver al otro como un medio sino como un fin en sí mismo, para entender que existen infinitas formas de entender la realidad, en fin. Es mucho lo que los chicos ganan al acercarlos a experiencias donde estén en juego la dimensión crítica, creativa y cuidadosa del pensamiento.
Faltaría por detallar qué son estás habilidades y cómo las podemos desarrollar desde ese espacio llamado salón de clases, sin importar la materia que impartamos, ni la edad de los alumnos.
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